AROMAS Y COMPÁS
SALUTACI
Ó 2011 Cofrade "Andana"

 

 

Pórtico

Salutaciones y agradecimientos

Autoridades, Ilustrísimo Señor Comendador, meritísimos Cofrades y Cencerrones, Salutadores del vino de la Cofradía del la Viña y el Vino de Montilla, amigos todos. En primer lugar quisiera agradecer a la Cofradía el honor que me concede de saludar solemnemente al vino de Montilla de este año, responsabilidad que acepté de buen gusto a propuesta de mi antecesor el cofrade “Asprilla”, y, simultáneamente, de pasar de mi precaria situación de “cencerrón puntero”, a la de Cofrade.

 

Asimismo quiero hacer extensivo este agradecimiento a la Cooperativa Agrícola “Virgen de la Aurora” por abrirnos las puertas de su casa para la celebración de este acto, y a mis amigos, José Pedro Gil, Pepa Bulnes y “Paquillo”, que pondrán, respectivamente el verso y el compás a los aromas que el vino nuevo de este año atesora. José Pedro es un excelente poeta y novelista sevillano, que pertenece a la Institución Literaria “Noches del Baratillo” de Sevilla, con la que mantengo una estrecha relación de afecto y colaboración. Pepa es una guapa y genial cantaora, directiva de la Peña Cultural Flamenca “La Fragua de Bellavista”. Paquillo es el guitarrista oficial de la Peña Cultural Flamenca “EL Lucero” de Montilla. Finalmente quiero agradecer a Pilar Gracia por su apoyo incondicional y su excelente servicio de catering.

 

Justificación

La razón principal que me lleva a acometer la salutación de este año con el título “aromas y compás” es considerar que el vino de Montilla y el cante flamenco son importantes activos patrimoniales andaluces, para los que si su valorización individual es importante, al hacerlo de una forma conjunta se consigue que se produzca una sinergia positiva que hace que sobresalgan los matices más sobresalientes de ambos.

 

Razones de coherencia se añaden a aquella razón primera. La calidad, singularidad y variedad de los vinos generosos y los cantes flamencos andaluces; su cogeneración en el mismo marco geográfico; la correspondencia de sus edades con sus tipos y estilos; el paralelismo de ambos en las sensaciones que uno y otro producen cuando se degustan; amén de por razones de tipo empírico (experimentales) justifican finalmente mi decisión.

 

Y es que esto que os vamos a contar, recitar y cantar, es, además de algo intuitivo, como nos decía “El Pele”, nuestro reciente embajador, una evidencia estadística objetiva. Así lo ratifica la experiencia sensorial, con diseño estadístico, que mantuvimos con los poetas de “Noches del Baratillo”, que sin necesidad de poseer conocimiento alguno de vino y/o de cante han llegado a la misma conclusión que intuyó nuestro insigne “cantaor” cordobés.

 

La conclusión que me gustaría dejar en vuestra mente con esta salutación es que ambos elementos patrimoniales andaluces, vino y cante, son excepcionales, y que hay un vino y un cante para cada ocasión, o dicho de otra forma, que cada ocasión sugiere una determinada combinación de vino y cante.

 

Estructura del acto

Esta salutación, por tanto, va a reunir tres elementos: la poesía, el cante y la cata de vinos. La cata que menciono consistirá en la degustación de los vinos que se os han repartido (Dulce y Fino) a la vez que se canta respectivamente al vino nuevo dulce, por “granainas” y al vino Fino por “soleá”. Todo esto para intentar conseguir que sean la totalidad de vuestros sentidos los que me ayuden a transmitiros todo lo que lleva encerrado este maridaje de “aromas y compás”.

 

Saludo al vino nuevo

Mi salutación quiero que vaya fundamentalmente dirigida, como es preceptivo, al vino nuevo que acaba de estar con nosotros, para darle así la bienvenida a sus promesas e ilusiones. Este vino procedente de unas uvas que un año más han vencido todas las vicisitudes agroclimáticas para llegar a ser, al transformarse en vino, un comodín de toda la amplia tipología de presentes y futuras sensaciones en las que llega a materializarse.

Y, hablándote de tú, porque creo que te conozco casi tanto como el cofrade “Canilla”, destaco tu primacía, porque se presenta la paradoja de que a pesar de ser tú el más joven de tu gama, eres el progenitor de unos hijos que llegan a ser muy añosos. Y es que a pesar de tu juventud eres “antiguo” con nosotros, desde que tu genotipo, la variedad de uva “Pedro Ximenez”, se aclimató como ningún otro a nuestro clima, a nuestro suelo y a nuestra sensibilidad.

Tú, vino nuevo, naces natural, despojado de complejidades, fiel espejo de tu entorno, de tu reciente pasado, la uva madura que te aporta los aromas frutados que te acompañan y nos animan a olerte y percibir ese alegre y ligero cosquilleo en nuestra boca. Eres refrescante, como asimismo lo es la juventud: transparente y prometedora de largas aventuras. Y con esta salutación y antes de que des los primeros pasos hacia la “bota” quiero que recibas el saludo en forma de poesía que ha escrito para ti José Pedro Gil:

Poema 1: Salutación al Vino Nuevo

Nació para ser cosecha

De un sarmiento puro y vivo

Y una cepa cenicienta

Llena de polvo y olvido.

 

El sol le dio su calor,

El aire le dio el aliento,

La madurez el color

Y la tierra el alimento.

 

Eres hijo del otoño

Que la luz trae a la vida

De una uva escarnecida

Desgarrada del racimo.

 

La vendimia la cortó

Escribiendo su elegía

Como uva todavía

Que en zumo se convirtió

 

Hoy te saludo sediento

De beberte en mi alegría

Y tenerte en cofradía

Endulzándome el aliento.

 

Vino Nuevo, melodía,

Que te prestas cada día

Alegrando mi sendero.

 

No te apartes compañero

Del camino que en la vida

Aún me queda por andar.

 

Para poder disfrutar

De tu gloriosa alegría

Y tenerte de consuelo

Si en el camino postrero

Se ensombreciera mi vida.

 

¡Qué te quiero, compañero !

 

José Pedro Gil Román

 

También sabes nacer dulce, como nos recordaba el cofrade Majuelo, “de tacto sedoso y cuerpo de miel”; concentrar las esencias varietales de las pasas de las que procedes; recordarnos el exotismo de los higos, los dátiles; hacerte denso achocolatado; permanecer largamente en nuestro paladar; ser meloso, femenino, goloso. Con estas cualidades me recuerdas al trémolo de una guitarra flamenca adornando al más sensible de nuestros cantes, al que viene de la cálida Málaga, de los verdiales de sus montes orientados al Mediterráneo, que tan elegante y magistralmente remodelara la inigualable voz de D. Antonio Chacón, el maestro de Jerez que tan bien concibió y cantó el cante por Granainas.

 

Poema 2: Al Vino Dulce

Algún día crecerás

Para endulzar al sediento

La pena y el desaliento

Que la vida me dejara

 

Serás brío en su alborada

Sueño de amor, algarada,

Que darás como alimento

En la dulzura de un beso.

 

Y en la voz del que te canta

Y lanza acordes al viento

Pregonando con su aliento

El sueño que se desata.

 

Cante 1: Granainas

El vino duerme en silencio

En las bodegas calladas

El vino duerme en silencio

Despiértalo bodeguero

“Pa” que consuele mi alma

Que no deja de extrañarla

 

Bodeguitas de Montilla

Las que dentro el vino llevan

Bodeguitas de Montilla

No me dejes nunca solo

Quedaros siempre a mi vera

Para ampararme en mis penas

 

Letra: José Pedro Gil Román

Canta: Pepa Bulnes

 

Cata 1: Pedro Ximénez

Con la edad y el extremo cuidado que te deparamos los montillanos vas adquiriendo la mocedad, vas ganando en juicio, en personalidad; va haciéndose patente tu equilibrio; cada vez más claro y persistente tu mensaje en nuestros paladares, en nuestra memoria.... Llevas en tu clarividencia la mejor filosofía de la vida, nos muestras los senderos que conducen a la verdad. A pesar de los aromas punzantes y el sabor salino que te caracterizan, tienes la fuerza del optimismo y sabes salir airoso de tus retos. Por eso eres el compañero ideal de las tertulias entre pocos, de las confidencias, del inicio y de la consolidación de la amistad. Eres como la soleá en el flamenco: el más representativo de los vinos de Andalucía. Como ella, eres reposado, medido, bien articulado, intimista, nostálgico y sentimental, ya que puedes pasar de la pena a la chanza, la ironía o la ternura. Como la soleá eres el vino que más acaricia el pueblo, porque calmas con tu “ritmo” todas las ansiedades, todos los temores.

 

Poema 3: Al Vino Fino

El sol te dio su color

Te hizo fino y transparente

Y en las ferias fuiste amigo

De “to” el que estuvo contento

Del bailar y del flamenco

 

Vino fino que por dentro

Es alegría desatada.

Que alumbra las madrugadas

De Amor y de sentimiento.

 

Sevillanas y alegrías

Fueron fieles compañeras

De ese vino que en sus voces

Puso siempre la poesía

La luz y la fantasía

Del Sur, que es la tierra mía.

 

Cante 2: Soleá al Vino Fino

Vino que del cielo vino

A crear el maridaje:

Las soleares y el fino.

 

Soleares andaluzas

Vino fino de Montilla

Dos emociones en una.

 

Vino de sabor divino,

tú me alumbras, yo te canto

con ritmo de soleares

en un afecto de  hermanos

 

Por tu relación divina,

tú me endiosas, yo te ensalzo

con el cante y la poesía.

José Luis González Cáceres

 

Cata 2: Fino

Continuas habitando en la bota y te sientes maduro y fuerte para despojarte del abrigo que te protegía; para, al respirar, caminar hacia la perfección, cambiando tu ropaje amarillo pajizo por otro de tonos ambarinos, y adquirir aromas aún más punzantes y avellanados, tonos más salinos ...: todos ellos llenos de infinitas sutilezas, eternas, profundas, varoniles. Por eso, cuando llegas a este estado, necesitas de la concentración para saborearte, de la soledad reflexiva para sentirte; ser tomado en tragos cortos para entender con tu personalidad la propia del que te bebe. Así es también la “siguiriya” el cante con el que te hermanas: complejo como la pasión; fuerte como el sufrimiento vital, ante la rotundidad de lo inapelable.

Poema 4: Al Vino Amontillado

Vino viejo de Montilla

Al compás de siguirillas

Una guitarra y un cante.

 

Cántame por siguirillas

Antes que tu voz se apague

Y que acompañe mi llanto

La tristeza de tu cante.

 

José Pedro Gil Román

 

Pero volvamos al origen de este racimo de aromas por llegar; al infante que ha superado las turbulencias de su parto y que necesita del reposo para diseñar su devenir de futuras emociones; arropemos su sueño como mejor sabemos hacerlo en esta tierra: con esta nana que le regalan nuestros artistas.

 

Poema 5: Nana al Vino Nuevo

Recita J.P.

 

Por favor… guarden silencio,

Que el vino duerme.

En las barricas de roble

Que son su cuna y cobijo…

 

Canta Pepa

 

Ea la eaaaaa ea la eaaaaaa

Cállate barrilito,

Guarda silencio,

Que el vino ya reposa

En tus adentros.

 

Recita J.P.

 

El vino joven crece

Ya se hace fuerte

Para hacernos la vida

Más sonriente.

 

Canta Pepa

 

Crece mi vino

En el silencio

Que el bodeguero guarda

Con tanto celo.

 

Recita J.P.

 

Sueña recién nacido

Que en unos años,

Dulces como los besos

Sabrán los labios

Que abiertos en la copa

Te estén besando.

 

Canta Pepa

 

Crece y olvida

Que tu madre pisada

Te dio la vida

 

Relevo al Cofrade Fonil

No quiero olvidarme siseando, pasar el relevo al cofrade “Fonil”, mi maestro en apreciar los misterios silenciosos de los vinos, de la geografía diferencial de las calidades de caldos de Montilla y Moriles, de desmitificar los tópicos y valorizar lo auténtico. En los encuentros cofrades, “Fonil”, te busco, y escucho con atención tu sereno magisterio. Sin ti, estoy seguro, no hubiese alcanzado, “tan pronto”, la cumbre de mi carrera en esta cofradía.

 

Salud en el vino a todos.

                                                                                                                              

Cooperativa La Aurora. Montilla

28 de diciembre de 2011 a las 13:00h